- Lee Lucas 22,14-23.
- Medita las palabras.
- Háblale a Cristo sobre este pasaje.
- Descansa y escucha en la presencia de Dios.
- Comparte con otros.
Abrieron el tabernáculo y tiraron las hostias consagradas por el suelo. Los hombres pisotearon la Eucaristía, mientras el comandante se burlaba de la multitud: “¿Todavía creen en esos cuentos de hadas que les contó tu sacerdote?”(2)
Los soldados arrestaron al sacerdote y lo encerraron en un búnker de metal dentro de la iglesia. Atrapado, se asomó a través de una pequeña rendija, observando cómo forzaban a su gente a salir. Podía ver las hostias eucarísticas profanadas en el piso de la iglesia.
Durante días, la iglesia permaneció en completo silencio. Se colocaron guardias alrededor de la iglesia y no se permitió la entrada a nadie. Pero un día, el sacerdote miró por la rendija del búnker donde estaba confinado y vio que alguien entraba a escondidas a la iglesia. Era una niña de 13 años, arrodillada en oración, arrastrándose sobre manos y rodillas hacia las hostias en el suelo. Ella se inclinó y recibió una sola hostia en la lengua, oró por un rato y luego se fue.
Al día siguiente, la niña volvió, llevándose una hostia más. Ella hizo esto todos los días, recibiendo una hostia a la vez. Durante un mes, entró a la iglesia todos los días, arriesgándose a ser capturada por las autoridades. Finalmente, sólo quedaba una hostia entró de nuevo en la iglesia para recibirla. Hizo sus oraciones como de costumbre, pero poco después de inclinarse y recibir a Jesús por última vez, hizo un leve ruido. El guardia la escuchó y las puertas de la iglesia se abrieron de golpe detrás de ella. El sacerdote escuchó un disparo y vio caer el cuerpo de la joven al piso.
Murió como mártir, dando su vida por Jesús en la Sagrada Eucaristía. Mientras reflexionaba sobre el testimonio de la niña, ese mismo soldado sintió un golpe en el corazón; inspirado por la fe de la niña, más tarde vino y liberó al sacerdote del búnker. El soldado le dijo al sacerdote: “Si en cada ciudad hubiera una niña como esta, no quedaría un soldado que luchara por el comunismo.”(3)
Reflexiona: ¿Esta historia cambia tu percepción de lo que significa ser devoto de Jesús en la Eucaristía? ¿De qué manera?
PRESENCIA REAL
Pero ¿de dónde sacan los católicos esta idea de la presencia real? Si tuvieras que explicar la creencia católica en la Eucaristía a otra persona, ¿podrías hacerlo? ¿Pudieras explicar cómo algo que se ve, se siente y sabe a pan y vino es realmente el Cuerpo y la Sangre de Jesús? ¿Y en qué parte de la Biblia Jesús enseña de esta doctrina misteriosa? Ya sea que hayas escuchado esta enseñanza hace mucho tiempo o que este sea un concepto nuevo para ti, este misterio de la Eucaristía es tan central que nunca podemos reflexionar lo suficiente sobre su asombrosa realidad, no sé qué nos convirtamos en el tipo de personas que dan por hecho el regalo más grande que Jesús nos dejó antes de morir.
La Eucaristía es fuente y culmen de toda la vida cristiana.
Segundo, necesitamos comprender claramente los fundamentos bíblicos de la Eucaristía. Si bien muchos pasajes de las Escrituras nos hablan sobre este misterio, hay uno en particular que brinda las perspectivas más directas. Analicemos el capítulo 6 del Evangelio de Juan, donde Jesús nos da su enseñanza más clara sobre la Eucaristía.
Aunque muchos cristianos no católicos piensan en la Eucaristía de una manera puramente simbólica, que la Eucaristía es sólo un símbolo del Cuerpo y la Sangre de Jesús o un recordatorio sagrado de Cristo, Jesús le dice a la multitud algo diferente en esta escena del evangelio de Juan. Dice que Él es el verdadero Pan de Vida y que deben comer su carne y beber su sangre si quieren tener vida eterna. Es un lenguaje fuerte. Y está claro que no está hablando simplemente de forma figurativa o metafórica: está hablando literalmente. Él realmente quiere que participemos de su Cuerpo y Sangre.
Considera las mismas palabras de Jesús: “Yo soy el pan vivo, bajado del cielo… y el pan que yo les voy a dar, es mi carne” (Juan 6,51). Aquí, está claro que las multitudes reciben las palabras de Jesús literalmente. Están horrorizados, diciendo: “¿Cómo puede este darnos a comer su carne?” (Juan 6,52). Observa cómo Jesús no trata de aclarar un malentendido, suavizar su lenguaje o decir que sólo estaba hablando metafóricamente. En cambio, sigue insistiendo: “En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros.” (Juan 6,53).
Podemos ver en la respuesta de la multitud que entendieron claramente a Jesús de esta manera literal. Rezongaron y se quejaron de esta idea radical. Incluso “muchos de sus discípulos se volvieron atrás y ya no andaban con él.”(Juan 6,66). Si la Eucaristía fuera sólo un símbolo, ¿por qué Jesús no los llamó a todos, diciendo: “¡Espera, sólo estaba hablando en sentido figurado!”? En cambio, los deja ir. Él nos ama tanto que no está dispuesto a comprometer su regalo supremo para nosotros: el regalo de su propio Cuerpo y Sangre en la Eucaristía.
Reflexiona: ¿Crees en la presencia real de Jesús en la Eucaristía? ¿Podrías explicárselo a alguien más? ¿Cómo cambia tu vida al saber esto?
EL AMOR CERCA DE NOSOTROS
Si quieres acercarte al mismo amor divino y experimentar el poder de su presencia real en tu vida, el poder para guiarte, consolarte y fortalecerte recibe a Jesús en la Eucaristía tan a menudo como puedas y visítalo en la capilla donde continúa residiendo en el tabernáculo, donde se guardan las hostias sagradas.
La más grande historia de amor de todos los tiempos está contenida en una pequeña hostia blanca.
Jesús en la Eucaristía está disponible para ti en tu propia parroquia. ¿Alguna vez has pensado en ir a misa no sólo el domingo, sino también durante la semana para recibirlo? ¿Haces el esfuerzo en tu ajetreado día de pasar por la capilla, decirle que lo amas, hablarle de tus necesidades, descansar en su presencia? Jesús te espera en este sacramento. Él anhela que vengas a Él.
Reflexiona: Jesús desea acercarse a ti. ¿Tienes ese mismo deseo de acercarte a Él? ¿Qué sacrificios necesitas hacer para ser más devoto a Jesús en la Eucaristía?
PONLO EN ACCIÓN
¿Puedes comenzar a hacer que el ir a Misa todos los días también sea parte de tu vida? Puede que no sea lo más conveniente, pero las cosas que son lo mejor para nosotros raramente lo son. Considera cómo podrías cambiar tu horario para asistir a Misa diaria con más frecuencia.
Finalmente, una hermosa manera en que podemos crecer en nuestra devoción a la Eucaristía es visitando a Jesús en los sagrarios de nuestras iglesias o en la adoración eucarística. ¿Qué iglesias cerca de ti ofrecen adoración? Haz un plan sobre como buscar un momento en tu día o en tu semana en el que puedas hacer oración frente al Santísimo Sacramento.
CONCEPTOS CLAVES
Comunión Frecuente/Visitas al Santísimo Sacramento: Jesús anhela que lo encontremos regularmente en la Eucaristía.
RECURSOS ADDICIONALES
- Jesus and the Jewish Roots of the Eucharist by Dr. Brant Petri
- A Biblical Walk through the Mass by Dr. Edward Sri
- CCC 1322–1419: The Sacrament of the Eucharist
- SEEK2015 Talk: “The Hour That Will Change Your Life” by Fr. Mike Schmitz
- Jesus, Present Before Me: Meditations for Eucharistic Adoration by Fr. Peter John Cameron, O.P.
Notas
(1) This story is adapted from: Karl Maria Harrer, Die schönsten Eucharistischen Wunder (Miriam- Verlog, 1990, vol. 1 – 5).
(2) “The Little Girl Who Inspired Archbishop Fulton Sheen’s Vow,” America Needs Fatima, accessed February 25, 2020, https://www.americaneedsfatima.org/Conversions/the-little-girl-who- inspired-archbishop-fulton-sheen-s-vow.html.
(3) Ibid.