- Lee Mateo 25,1-46.
- Medita las palabras.
- Háblale a Cristo sobre este pasaje.
- Descansa y escucha en la presencia de Dios.
- Comparte con otros.
En contraste con la hermosa campiña de la India, una neblina contaminada desdibuja el paisaje urbano. La gente pobre se alinea en cada acera de la metrópolis en expansión. No es equivocación: Calcuta no es un lugar cómodo. Sin embargo, es la ciudad a la que la Madre Teresa llamó hogar.
¿Por qué pasar toda la vida en Calcuta? La Madre Teresa podría haber vivido en cualquier lugar, entonces, ¿por qué elegir quedarse en esta ciudad?
Fue la fascinación con esta elección lo que motivó a un joven llamado Bill a pasar el verano sirviendo con las hermanas de la Madre Teresa, las Misioneras de la Caridad. Bill no era un cristiano practicante, pero fue a trabajar en el famoso “Hogar para los moribundos” de la Madre Teresa, un hospicio primitivo diseñado para dar a los pobres en Calcuta un lugar para morir con dignidad.
El trabajo de Bill era único. Las hermanas necesitaban un voluntario para salir cada mañana y encontrar a los que se estaban muriendo y no tenían a nadie que los cuidara. Como un hombre fuerte de veintiún años, Bill era el candidato perfecto. Cada mañana salía del centro de cuidados paliativos en búsqueda de los muchos moribundos que eran rechazados por sus propios familiares y amigos, literalmente desechados y dejados a morir solos en las calles de la ciudad. Rápidamente descubrió que su búsqueda era más fructífera cerca de las concurridas estaciones de tren de Calcuta. En los pueblos de los alrededores, los no deseados eran subidos a un tren con un boleto de ida a Calcuta, donde eran expulsados y los dejaban morir solos cerca de las vías en lugar de ser atendidos por sus hijos, hermanos, familiares o amigos.
Buscando cuerpos junto a las locomotoras chirriantes, Bill encontraba a los moribundos acurrucados a lo largo de las plataformas. Luego los llevaba de regreso a las hermanas. Algunos vivieron. La mayoría murieron en cuestión de semanas. Otros ni si quiera llegaron a eso. Y algunos ya estaban muertos para cuando Bill llegaba y encontraba sus cadáveres en las alcantarillas.
Cuando lo hicieron con alguno de los más pequeños de estos mis hermanos, me lo hicieron a mí.
Un día la Madre nos habló de un hombre que estaba moribundo en un desagüe, medio devorado por los gusanos, pudriéndose. Ella misma lo llevó a la casa de los enfermos y moribundos. Ella lo acostó en una cama, lavó todo su cuerpo con una cubeta y un paño, sacó los gusanos de sus heridas abiertas y las vendó con ungüento, lo acostó en sábanas limpias y le dio un trago de agua fría. Se le dio lo que no había conocido hasta ese momento: un lugar limpio para descansar, amor incondicional y dignidad. “He vivido como un animal toda mi vida”, le dijo el hombre, “pero moriré como un ángel”.(1)
¿Por qué la Madre Teresa haría todo esto por un hombre moribundo que acaba de conocer? Porque él es Jesús para ella. Como la misma Madre Teresa explicó una vez: “Veo a Jesús en cada ser humano. Me digo a mí misma, este es Jesús con hambre, debo darle de comer. Este es Jesús enfermo. Este tiene lepra o gangrena; Debo lavarlo y atenderlo. Sirvo porque amo a Jesús.”(2)
Con este trasfondo, de repente todo hizo clic para Bill. Había venido a Calcuta queriendo hacer un “buen servicio”, acercándose a los pobres como un proyecto a completar. Para él, cada pobre era una tarea que había que tachar de su lista. La Madre Teresa veía las cosas de manera diferente. Su ministerio era mucho más que un programa social; era un lugar de encuentro. ¿Por qué la Madre se quedó en Calcuta? Porque ahí es donde ella fue llamada a encontrar a Jesús: en los pobres no deseados, rechazados, abandonados.
Reflexiona: ¿Cómo cambia el ejemplo de la Madre Teresa tu forma de entender el servicio a los pobres?
LOS POBRES, NUESTROS HERMANOS Y HERMANAS
En Mateo 25, Jesús cuenta una parábola que revela la razón de nuestro cuidado por los pobres. Cuenta una parábola sobre el Juicio Final en la que todas las personas serán separadas en dos grupos al final de los tiempos.
Un grupo hereda el reino porque ayudaron a Jesús cuando estaba en necesidad; el otro grupo no. Con cierta confusión, los justos preguntarán: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te dimos de comer, o sediento y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos forastero y te recibimos, o sin ropa y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?” (Mt 25, 37-39).
Nuestro Señor les responde: “En verdad les digo que, cuando lo hicieron con alguno de los más pequeños de estos mis hermanos, me lo hicieron a mí” (Mt 25,40). En contraste, la parábola señala que aquellos que no ayudaron a los pobres no heredarán el reino.
Reflexiona: Si tuvieras que enfrentarte a Jesús hoy, ¿qué crees que te diría basado en cómo has tratado a los pobres?
DOCTRINA SOCIAL CATÓLICA: OBRAS DE MISERICORDIA REALIZADAS
La mayor enfermedad de Occidente hoy; es no ser querido, no ser amado y que nadie se preocupe por ti.
Y cuando nos preocupamos por los pobres, no sólo hacemos una diferencia en el mundo, sino que algo también cambia profundamente dentro de nosotros. Comenzamos a participar más profundamente en el amor, la compasión, la generosidad y la bondad de Cristo. Empezamos a asumir el corazón de Cristo. ¿Cómo podemos servir a los pobres que nos rodean? ¿Cómo podemos mostrarles misericordia? La Iglesia ha recomendado tradicionalmente lo que llama las siete obras de misericordia corporales y las siete obras de misericordia espirituales:
Obras de misericordia corporales
- Alimentar al hambriento
- Dar de beber al sediento
- Vestir al desnudo
- Ofrecer hospitalidad a las personas sin hogar
- Visitar a los encarcelados
- Cuidar a los enfermos
- Enterrar a los muertos
Obras de misericordia espirituales
- Instruir al ignorante
- Aconsejar al dudoso
- Amonestar al pecador
- Soportar los males con paciencia
- Perdonar las ofensas voluntariamente
- Consolar a los afligidos
- Orar por los vivos y los muertos
PONLO EN ACCIÓN
Además, propón formas creativas de hacer que las obras de misericordia sean parte de tus esfuerzos de evangelización. ¿A quiénes podrías llevar contigo para servir a los pobres, y cómo podría esta experiencia ayudarlos a conocer a Jesucristo de una manera más profunda?
CONCEPTOS CLAVES
Obras de misericordia corporales y espirituales: Los discípulos cristianos deben cuidar de los que sufren en la pobreza material (los pobres, los enfermos, etc.) y los afligidos por diversas formas espirituales de pobreza (como la soledad, las heridas emocionales, el desconocimiento de Cristo, etc.).
RECURSOS ADICIONALES
- From the FOCUS Blog on focusequip.org: “50 Corporal Works of Mercy Ideas for Your Summer Bucket List” by Lisa Cotter
- Saints and Social Justice by Brandon Vogt
- No Greater Love by Mother Teresa, Ch. 4: “On Poverty & the Poor”
- Charity: The Place of the Poor in the Biblical Tradition by Gary Anderson
Notas:
(1) Barbara J. Elliot, “When Mother Teresa Came to Washington,” The Imaginative Conservative, accessed March 27, 2019, https://theimaginativeconservative.org/2016/09/mother-teresa-came-washington-barbara-j-elliott.html.
(2) Justina Miller, “Mother Teresa: each one of them is Jesus in disguise,” Pureflix, accessed March 27, 2019, https://insider.pureflix.com/news/mother-teresa-each-one-of-them-is-jesus-in-disguise.
(3) David Paton, “The World’s Biggest Charity,” Catholic Herald, accessed March 27, 2019, https://catholicherald.co.uk/issues/february-17th-2017/a-worldwide-force-for-good/.
(4) Francis, “Meeting with the Poor Assisted by Caritas, Address of Pope Francis,” accessed March 30, 2020, Vatican.va.
(5) Cardinal Joseph Ratzinger, “Address of Cardinal Joseph Ratzinger on the Jubilee of Catechists and Religion Teachers (December 10, 2000),” accessed April 2, 2020, https://d2y1pz2y630308.cloudfront.net/5032/documents/2014/0/ADDRESS%20TO%20CATECHISTS%20AND%20RELIGION%20TEACHERS.pdf
(6) Francis, Evangelii Gaudium, accessed April 2, 2020, Vatican.va, 193.